MONOLOGOS
SERGIO J. MONREAL
Electra
¿Bárbara? ¿Bárbara, mamá?
Por favor, si son nada más cabellos. ¿Sabes qué es lo que realmente me gustaría? hundir esas tijeras en mis ojos, arrancarme con ella la lengua, despellejarme toda para ver si así logro sentirme otra vez limpia. Pero debo de aguantarme las ganas. Porque mi sangre es demasiado clara y no alcanzaría a lavar tanta mugre. Para lograrlo se necesitaría juntar la tuya y la de ese al que te dedicas a abrirle las piernas todas las noches.
Sí, son las tijeras de bonsái. Las agarre hoy en la mañana, para hacer tiritas tus sabanas que acaban de llegar de la lavandería. ¿Sabes por qué me contuve? porque a pesar de lo mucho que te has esmerado en mancharlas y de todas las porquerías que les haces padecer, siguen oliendo a mi papá.
No me explico cómo es que ese olor no te devuelve un poquito de vergüenza. Yo, sólo de pensar en todo lo que ha pasado, no puedo soportar siquiera que los hombres me miren .por eso he decidido cortarme los cabellos y vestirme así. Y me pintaría la cara de rojo para enseñarle a la gente como eres de verdad, cómo por dentro estás cayéndote a pedazos aunque por fuera disimules. Pero no quiero que me levante una patrulla ni que me lleven al psiquiátrico. Por lo menos no antes de que haya ajustado todas las cuentas que quedan por ajustar.
Qué conveniente sería para ti que yo estuviera loca. Imagínate los titulares: « recluyen a joven de buena familia por desequilibrada y fármaco-dependiente; ‘jamás logró reponerse de la pérdida de mi difunto esposo’ asegura la consternada madre»
No va a ser así. Sabes que me sobran suficiente juicio y suficiente dinero para sobrevivir, rondando la casa, espantándote el sueño y amargando tus noches.
Me llevo las tijeras, mamita.
palabraPoesía otoño, 2010. Morelia Michoacán.
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