viernes, 30 de marzo de 2012

La loca de la casa


Anna O. De  21 años al contraer la enfermedad, era hija dep adres sanos pero nerviosos con una Inteligencia sobresaliente, ricas dotes poéticas y fantasía ,por completo insugestionable, tendencia a la desmesura - alegría y duelo, elemento sexual no desarrollado asi como con una vida en extremo monótona y ademas tenia algo al lo que llamaba soñar diurno“teatro privado".

Consagrada al cuidado de su padre enfermo, tuvo que alejarse por estar cada vez más “debilitada”
Síntomas:
Estrabismo, perturbaciones visuales,dolor, paresia - músculos del cuello
contractura y anestesia – superior derecha, músculos del brazo desorganización funcional del lenguaje (mutismo).
Tenia dos estados de conciencia separados-alternados:
 En uno era relativamente normal (triste, angustiada, conocía su entorno) y en el otro padecia de alucinaciones, insultos, agresiones- “ausencias” ya observadas aún cuando no había caído en cama.
Perturbaciones: presentes en ambos momentos de angustia, alucinaciones sobre seprientes asi como tambien ceguera, sordera, queja de tinieblas que invadían su cabeza, un yo suyo y otro malo.
Mutismo: lo experimenta en momentos de gran angustia, mezcla los idiomas, desaparece la inhibición cuando habla al respecto, también retorna la movilidad.
Mayor trauma psíquico: Muerte de su padre, solo reconocía siempre a Freud, salvo en las ausencias alucinatorias repentinas, solo permite que él la alimente.
Tras la muerte de su padre proliferan mayores sentimientos de  angustia y figuras terroríficas como calaveras y esqueletos en las ausencias alucinatorias; gran diferencia entre la enferma diurna enajenada y la plena claridad por las noches, cierto estado de calma posterior a la muerte de su padre y a su traslado evidenció el dominio que la angustia tenia sobre su perturbación.
Siestas: Durante la ausencia formaba una historia de la que murmuraba  algunas palabras, por casualidad alguien dijo una de esas palabras mientras ella repetía “martirizar” y empezó a pintar una situación o a relatar una historia, siempre triste después de terminar el relato despertaba tranquilizada, Freud la visitaba en el campo al anochecer, cuando estaba dentro de su hipnosis y le quitaba todo el acopio de “fantasmas”, entonces quedaba tranquila, al siguiente día estaba amable y dócil, y al siguiente cada vez mas desagradable.

En este estado ni en hipnosis era fácil que declarara Talking cure”, tras hacerlo se calmaba. Fue mejorando pero empeoró después de unas vacaciones de Freud, la encontró indócil, lunática y maligna, unicamente se restableció el ritmo anterior después de una declaración.

Los vuelcos súbitos de un estado a otro eran espontáneos, aunque podían producirse por una impresión sensorial con la que recordara vívidamente el invierno anterior (ausencias).

El traslado al periodo pasado era revivido día por día. Con la declaración de los fenómenos histéricos desaparecían los síntomas, así se elimino totalmente bajo hipnosis su hidrofobia al expresar su enojo.

Fenómenos histéricos: se disipaban tras el relato de la primera ocasión, que provoco el síntoma.

Por vía del relato  “Talking Cure” se removieron las paresias y las anestesias, las perturbaciones de la visión y muchas otras mas.

Los relatos de Anna tenían que ser a la inversa, no se podía evocar un recuerdo del primer ocasionamiento de los síntomas de manera directa.

Mañana: en hipnosis Anna designaba en rápida secuencia y con palabras claves ocasionamentos externos.

Noche: en hipnosis refería en detalle los episodios de las secuencias anotadas en orden preciso.

El excedente de movilidad y energía no empleado y el progresivo trabajar en fantasía, que produce el soñar despierto habitual con lo cual se crea un terreno para la disociación de la personalidad mental

En la medida en que desde aquella primera autohipnosis alucinatoria  se acumularon las ausencias con amnesia total y fenómenos histéricos, se
multiplicaron las oportunidades de formación de nuevos síntomas y se afianzaron los anteriores.

Antes de caer en cama ya sufría de estos síntomas , pero solo al debilitarse gravemente se quebranto y estuvo mas tiempo en la “condición segunda”.
Freud: sólo con un procedimiento semejante al de Anna se podría discernir lo sucedido en otros pacientes.

FICHA BIBLIOGRAFICA:
Fred, Sigmund: Estudios sobre la histeria.Vol. II, J.Brever y Sigmund Freud, 2 Ed.Amorrort, Buenos Aires, 2007.(p.47-70)

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